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MUSTANG BOSS: EL AYER Y EL HOY

Foto del escritor: Francisco FernandezFrancisco Fernandez


La era de los Muscle Cars nos remonta a las revueltas juveniles de los años 60 y a la transformación de la vida norteamericana que cambió drásticamente su estilo, hacia una mejor situación económica y libertad de acción con la carga recurrente de la guerra de Vietnam y sus protestas, liberación sexual a ritmo de rock, pelo largo, colores psicodélicos, siendo ejemplo para el resto del mundo occidental; es en ese escenario en el que Larry Shinoda llega a Ford Motor Company en 1968, dejando atrás General Motors y sus creaciones, entre la que destacó el famoso Pontiac GTO “The Judge” de gran venta. Dandole un giro sensacional al concepto de estos automóviles en atrevido diseño, siendo el nuevo Mustang de 1969, totalmente distinto a sus cuatro antecesores.



La gama se amplió porque así lo requería el mercado, cada vez más ocupado por jóvenes con poder adquisitivo. Es así que hubo modelos hard top desde austero en 6 cilindros hasta el Grandé con todos los lujos del momento y motor V8, el convertible con motores V6 y V8 y la novedad: el Boss 302 y 429.


Teniendo como antecedente y, principal competidor al Chevrolet Camaro y del mismo modo el Z28. El Boss 302, se construyó como un calificador de carreras de carretera Trans Am, muy de moda en ese momento y que se realizaban por toda la Unión Americana.


Mustang Boss 302. Ilustración: David Kyte.


Su corazón era el 302-cid V-8 de Ford, tratado para alto rendimiento y gran puerto preparado para el famoso Cleveland 351, el cual llegaría un poco después en el nuevo cambio total del Mustang Boss y Mach 1 para 1971. El pequeño bloque del levantador sólido del Boss usaba el carburador más grande empleado por Ford, un 780 cfm Holley de cuatro gargantas infravalorado a los mismos 290 hp que el Camaro Z28 y un cambio de velocidad de Hurst en el estándar. Por debajo había modificaciones de suspensión inspiradas en las carreras , Polyglas F 60 x l5 s y discos delanteros eléctricos; también estaba el Boss 429 con un motor más grande y potente y casi las mismas especificaciones del 302.



En 1971 el Mustang cambió nuevamente de línea y el Boss se distinguió como el más veloz con el equipado con motor 429, sin embargo el éxito no fue igual como con su antecesor y prevalecieron en el gusto de los compradores, los motores 302 y 351.



Pero por encima de lo técnico, el Boss en cualquiera de sus versiones es un ícono y lo sigue siendo pues conjuga muchas cosas por sí mismo, tan es así que cuando la plataforma Fox (que ha sido la más larga para el Mustang 1979-1993), pretendió captar las ventas multitudinarias a que Ford estaba acostumbrada, lanzaron en 1982 el Boss, de hecho la propaganda decía : “El Boss ha vuelto” y le instalaron un motor 302.



El diseño retro de las nuevas generaciones del Mustang se basa en que los autos deportivos de sesentas y setentas han sido y son los mejores, por lo que para adecuarlos a nuestra época, lo han revestido de todos los avances de la tecnología pero conservando el espíritu de libertad y velocidad que los consagró. Es así que en 2012, se presentó un nuevo Boss (basado en el de 1969), el cual se diseñó especialmente con aditamentos en la carrocería evocando al original y con todas las posibilidades de correr en cualquier pista.



Ahora en 2018 es tan fuerte la influencia del Boss, que la empresa Classics Recreations, obtuvo licencia de Ford Motor Company para fabricar de nueva cuenta el Boss 302, el 429 y el Mach 1, con carrocerías originales en restauración total o con las fabricadas por la misma empresa, ya equipados con mecánica y tecnología moderna.



La nostalgia por la época del Boss, se refuerza al evocar una vida más accesible, cómoda, con sabor a hamburguesa, que quienes no la conocimos parece que la recuperamos al colocarnos al volante o como pasajeros de un Mustang y al activar el Bluetooth surgen los Credence Clearwater Revival, Tom Jones, Carpenters o cualquiera de las voces que llenaron el ambiente de entonces.



Toda esta historia demuestra que la leyenda del Mustang en cualquier versión o año, perdura cada momento en quienes tienen el privilegio de poseer uno o por lo menos la oportunidad de admirarlos.


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